martes, 18 de octubre de 2011

Inocencia

- Cállate.
- ¿Has visto el color de esa mariposa?
Rubén miró con ternura sus alas y se quedó fascinado por todos aquellos colores. Parecía que, a cada destello de luz, iban cambiando, transformándose, creando una vorágine de luces y sombras. Ella, mientras, miraba hacia otro lado. Nunca se había interesado por sus tonterías. Rubén volvió a apremiarla para que se girara hacia él. Le tiró de la manga de la chaqueta con la mano derecha, mientras se frotaba insistentemente la cara con la izquierda.
- Mira, mira.
Antes de que se diera cuenta notó el ardor en la cara, cuando ella estiró la mano y le dirigió una bofetada. Notó un par de lágrimas que pugnaban por salir de sus ojos. Notó cómo allí dentro de su corazón los sentimientos chocaban y luchaban por imponerse. Rabia, dolor, tristeza, impotencia, cansancio, resignación. La miró con ojos de cordero degollado. Con lo que yo te quiero… Porque a pesar de todo aquello, su inocencia, pura y dulce, seguía impulsándolo a mirarla con cariño.
Cuando se dio la vuelta, la mariposa ya no estaba allí.

2 comentarios:

  1. Este texto esconde más verdades de las que se dejan traslucir a simple vista.
    Me encanta tu manera de escribir. Y sobre todo me ha gustado tu presentación, porque me he identificado... cada fragmento escrito en mi blog también desnuda poco a poco mi alma, porque para que engañarnos cada texto lleva algo de verdad.
    Gracias por tu comentario y por la canción recomendada, me gustó mucho.
    Te sigo para poder leerte más a menudo.
    Un beso.

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  2. Hola,preciosas letras van desnudando la integral y pura belleza de este blog,si te va la palabra elegida, la poesía,te invito al mio,será un placer,es,
    http://ligerodeequipaje1875.blogspot.com/
    gracias,buen día, besos reales...

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