sábado, 14 de septiembre de 2013

Siempre la fú!

Ayer se fue otra más, como dicen algunos, otra estrella para el cielo. Dice mi madre que, igual que mi otro abuelo, tuvo un morirse de esos de "yo del mundo no me voy sin pelear". Tanto él, como ahora ella, batieron records y dejaron a más de un médico boquiabierto. Le robaron al tiempo días que no les pertenecían, porque no qerían irse sin antes haber luchado, igual que hicieron toda su vida.

Uno, y la otra, eran personas de esas que viven por trabajar. Y no por hacerse ricos, ni nada parecido, sino porque la vida les enseñó que se está mejor sin tener el culo quieto, siempre de un lado para otro. Como se decía en mi familia: o comer o andar o dormir. Y ellos eran de buena boca, de piernas fuertes y de sueño profundo. Y además, agradecidos. Ya podías servirles un potaje de esos de nieta desastrosa en la cocina que todo eran halagos, ya podías ir vestida con un saco que siempre te dirían que estabas preciosa. Que cuanto has crecido.

Y ahora que no están, me inspiran a escribirles porque, más que echarles de menos, lo que hago es recordar. Y es casi imposible llorar, porque todos los recuerdos son buenos. Todo son sonrisas, anécdotas, frases de cariño. Así que desde aquí sonrío, pensando que, donde quiera que estén, seguirán siendo tan testarudos, luchadores y nobles como lo fueron siempre.

Porque ellos, si es que el cielo no existe, estarán empezando a construirlo.